Los nuevos tiempos buscan nuevos héroes, cada vez más alejados de la fantasía, cada vez más reales. Y si América buscara los suyos, probablemente contaría con este diseñador de origen judío y criado en el Bronx neoyorkino -lo que lo convierte en un poquito más héroe-. «Clase, elegancia y aire internacional» son los superpoderes que imprime en sus colecciones una de las marcas de mayor éxito en el país. Desde que en 1967 lanzara su primera colección de corbatas de marca Polo, su carrera sólo ha contemplado el ascenso. América tampoco pasó por alto su inmersión en el séptimo arte -el primero en USA- diseñando el vestuario para la película El Gran Gatsby, hecho que le aportó reconocimiento internacional, y su vuelta a la gran pantalla de la mano de Woody Allen para Annie Hall en 1970. Casi inmediatamente lo adoptó como padrino de la moda americana. Y es que el diseñador había logrado imprimir estilo y personalidad a sus diseños, ya emblemáticos de la moda americana. Como diría de él Audrey Hepburn en una edición de los premios CFDA, “Si tu dices que algo es muy ‘Ralph Lauren’, en el momento te entienden”.

Hoy, la marca Ralph Lauren crece y crece bajo el paraguas de Polo. Ralph Lauren Corporation, toda una institución en moda y diseño que abarca cuatro categorías, moda, hogar, accesorios y fragancias, que el imperio desarrolla a través de sus más de 15 marcas. Es indudable que Ralph Lauren, el personaje, ha logrado escribir un nuevo capítulo en todos los libros de estilo, pero también en la historia de la moda americana.

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