Zapatos Yanko, Colección Otoño-Invierno 2010-2011

Zapatos Yanko, Colección Otoño-Invierno 2010-2011



Todos sabemos lo importante que es avanzar por la vida con paso firme y seguro. Y no hay mejor compañero de viaje que unos YANKO, zapatos que durante generaciones han marcado la diferencia, calzando a personas exigentes que tienen claro que quieren lo mejor. Unos zapatos que, a pesar del tiempo y de las modas, han mantenido una personalidad propia caracterizada por tres valores eternos: calidad, diseño y comodidad. Los zapatos YANKO son fruto de un proceso de elaboración artesanal en el que se ha cuidado al máximo cada detalle, desde el diseño inicial al acabado final. Las pieles han sido seleccionadas una a una por un departamento especializado, y el proceso de fabricación -en su mayoría manual- ha sido llevado a cabo por un equipo de maestros artesanos. El resultado es una colección de zapatos de calidad, cómodos y genuinos -de construcción Goodyear-, hechos con materiales nobles de la más alta calidad, que ofrece a su cliente la posibilidad de personalizar su calzado y de escoger entre distintos anchos, para poder así encontrar el calce que más se ajuste a su pie, distintas pieles y colores, y distintos tipos de suelas.

La principal seña de identidad de un zapato YANKO Goodyear es su piso, que está formado por dos suelas separadas entre sí por una capa de corcho aglomerado unidas por un doble cosido. El cosido une por un lado la suela exterior con una vira y por otro a esta con la plantilla de suela interior, careciendo de agujeros de cosidos interiores, lo que proporciona un perfecto aislamiento del frío, calor y humedad del suelo, y una gran comodidad en el apoyo. Este sistema de elaboración lo hace algo rígido cuando es nuevo, pero con el uso, el pie se adapta a la plantilla, formándose la huella del usuario en el interior del zapato, proporcionando un excepcional confort.

En YANKO han empleado todo su potencial para crear un gran producto. Para que podamos sacar el máximo partido a los zapatos, alargar su vida y llevarlos siempre impecables deberemos evitar el uso de un mismo par dos días seguidos y alternar, como mínimo, dos pares diferentes. De esta manera, les permitiremos que recuperen su forma original, y conseguiremos que la piel no pierda elasticidad. Además, esta medida, impedirá que el sudor diario queme y agriete las fibras de la piel y el piso de cuero. En el caso de que el zapato se moje, debe secarse de forma natural, sin acercarlo a una fuente directa de calor. Para estos casos, es muy útil el pernito de madera (horma articulada) para que la piel no se contraiga y el zapato se deforme, y hacer uso del calzador para preservar el contrafuerte.

La piel del calzado sólo conserva su suavidad, elasticidad y brillo si recibe los cuidados adecuados. La piel mal nutrida acaba secándose y quebrándose, principalmente en las zonas dónde se ejerce más flexión. Para alargar su vida, recomendamos un cuidado intensivo cada dos semanas, y frotarlos a diario con un paño de algodón para recuperar el brillo original del zapato.

El primer paso para cuidar los zapatos de piel consiste en eliminar el polvo y los restos de cera con las ayuda de una esponja ligeramente húmeda y caliente prestando especial atención a los cantos. Luego, debemos aplicar el betún con un paño de algodón en pequeños movimientos circulares. Una vez el betún se haya secado, unos 25 minutos, debemos retirar el excedente con un cepillo suave y darles brillo con la ayuda de un paño. En el caso de que necesitemos utilizar el zapato inmediatamente, tenemos que aplicar una segunda capa de betún. Para quienes quieran obtener un brillo superior, dejar reposar el zapato 24 horas antes de la segunda aplicación.

4 pasos para alargar la vida de un zapato YANKO

Para mantener la suavidad y belleza de la piel de unos YANKO, aconsejamos dedicar, cada dos semanas, 15 minutos a la realización de las siguientes operaciones:

  1. Primero, lavar los zapatos con una esponja humedecida en agua caliente. De esta forma, eliminaremos todas las impurezas y dilataremos los poros de la piel, para poder aplicar posteriormente una buena crema que la alimente.
  2. Hay que tener en cuenta que la piel es un producto de origen orgánico que para conservarse necesita nutrición. Estos nutrientes se encuentran en la crema líquida (no utilizar el betún en crema con aplicador, ya que deterioran la piel) que aplicaremos como primera capa durante dos minutos con un paño envuelto en los dedos.
  3. Deje secar la crema y, a continuación, cepillamos los zapatos con intensidad (con un cepillo duro) para obtener un brillo satinado y duradero.
  4. En el caso en el que deseemos usar el zapato de inmediato, conviene aplicar una última operación que consiste en aplicar una capa finísima de crema sólida con un paño envuelto en los dedos. Después, frotar suavemente con el paño hasta obtener el brillo definitivo.

Con la realización habitual de estas operaciones, el zapato mantiene su apariencia de calidad y belleza a pesar del paso del tiempo.

Cómo guardarlos

Para conservar intactas las cualidades de unos YANKO, es importante guardarlos con la horma articulada o pernito en su interior. Estas hormas están realizadas con madera de cedro, que absorbe el sudor y hace que la piel se adapte de nuevo a su forma primitiva. Por otra parte, la bolsa de franela conserva el zapato con la humedad adecuada para que la piel siga suave y flexible, protegiendo su acabado, y es además imprescindible para evitar las rozaduras en el interior de la maleta cuando se viaja.

Colección invierno 2011

La nueva colección YANKO destaca por su línea de corte limpio, y el equilibrio perfecto entre lo clásico y lo moderno. El estilo combina la fabricación artesanal del calzado con un sutil y renovado estilo inglés con hebillas y cordones. Se ha prestado una especial atención a los detalles artesanales (piel, suelas, cosido, etc.) y, sobre todo, a los perfectos acabados de toda la colección. También se da una gran importancia a las nuevas formas más estilizadas y ligeramente alargadas.

Más información: Zapatos Yanko, Colección Otoño-Invierno 2010-2011