¡Esto sí es romper las reglas! En la Union Square de San Francisco, (California, Estados Unidos) se alza una atractiva combinación de lujo con estilo moderno. Se trata del Hotel Diva, que aunque dista de los exquisitos estándares de los hoteles Radisson y Ritz se presenta así mismo como una extraordinaria alternativa de hospedaje y confort.
Las habitaciones son amplísimas y cómodas e integran todos los elementos que un cliente exigente que sabe lo que quiere puede desear, desde televisión por cable hasta jacuzzi privado y acceso a Internet inalámbrico. No obstante, el punto clave del Diva es su inmejorable atención: Desde el primer momento en que cruce la puerta de entrada, su entrenado y cualificado personal sólo tendrá ojos para usted, plenamente dispuesto a satisfacer hasta su más mínima solicitud.
Además de ello, en este lugar se cuidan los más pequeños detalles; sepa que después de pasar por su impresionante recepción, registrarse y ser conducido hasta la puerta de su habitación, al abrirla podrá encontrarse con pétalos de rosa sobre su cama formando la palabra DIVA o, mejor aún, una deliciosa botella de champagne recién descorchada y lista para ser degustada. Claro, esto después de decidir el color de su habitación, la lencería y hasta las alfombras que serán colocadas a los pies de su cama.
El hotel complementa una atención de primera con muchos otros beneficios gratuitos como su centro de negocios, taquillas de cambio de divisas, gimnasio, lavandería y los periódicos del día. Igualmente el diseño es un gran punto a favor en este hotel, donde el ambiente está dominado por el mármol, las estructuras metálicas y de cristal forjado. Diseño que hizo que el Diva ganara el premio a mejor hotel de diseño de la revista Interiors Magazine poco después de su apertura, en 1985.
Ya lo sabe, amigo sibarita: la próxima vez que viaje a California tenga el placer de ocupar una de las 116 habitaciones de este hotel, que por unos 140 euros por noche le ofrecerá más de lo que usted podrá disfrutar.
