Ginebra, lujo y otras frivolidades

Ginebra, lujo y otras frivolidades



Hace un tiempo os hablábamos de Oxley, la hija premium de Bacardi que saca pecho como la ginebra más cara -de serie- del mundo. Hoy he tenido ocasión de probarla en uno de esos lugares donde la ginebra, por excelente, pierde su nombre: la ginebrería -el local merece que me lo invente sobre la marcha- Ginebre en Valencia. Uno de esos rincones donde no sólo el producto es premium, también el tratamiento, el trato y el mimo lo artesano preceden a la carta. ¿Os lo he recomendado ya o entramos en detalle?

Con respecto a la ginebra, sorprende una entrada suave, muy sutil, una especie de tango entre el espirituoso, el limón y la lima, como si nunca hubieran sido más de uno. Pero bien es cierto que, con determinados destilados, el futuro de la relación no se escribe en una sola noche.

Y ya que rompemos el hielo -mucho hielo- y nos ponemos frívolos, el lujo en ginebra se escribe con  «N«. Ene de Nolet’s, o de NL, Holanda; el apellido de los tradicionales destileros -300 años haciendo lo mismo le dan a uno destreza en casi lo que sea- que con su versión Reserva obtienen la etiqueta de «la ginebra más cara del mundo«. Ahí es nada. Una creación personal de Carolus Nolet, perteneciente a la 10º generación Nolet y con nombre de Papa. 52,3% de carácter -ésta sí- y numerada a mano.

Y ahora, por qué no, una recomendación. No nos dejemos impresionar; no tan pronto. Con los espirituosos, hay que mantenerse siempre virgen y saber engañar a los prejuicios. Aborda cada sorbo como si fuera el primero. No necesitas saber su nombre a la primera. Deja que te cuenten cómo se mueve, cómo baila, qué tiene que contar… Y luego ya sí, a por todas. Pero recuerda, éstas no son de una sola noche…

Más información: Oxley

Más información: Nolet’s